El Castillo de Hostalric era un punto de vigilancia y defensa con finalidad territorial. Ahora puede ser un Observatorio experimental para hacer frente a la emergencia climática. Se convertirá en un centro activo y útil sin dejar de ser visitable. La fortificación tiene una posición dominante sobre el territorio y vive de los recursos generados en este. Es un elemento de defensa pensado, en su momento, para poder vivir de manera autosuficiente durante los periodos de asedio.

La propuesta reinterpreta el Castillo como un Observatorio y un espacio que acoja institutos avanzados que investiguen la sostenibilidad, el cierre de ciclos y la economía circular en el ciclo del agua, los materiales, la energía, los residuos, la movilidad, el territorio, etc... Un proyecto que reinterprete la autosuficiencia y las limitaciones impuestas, en su momento por los sitios, en la necesidad, ahora, de hacer frente a la emergencia climática. Se requiere una reducción de los consumos y un aumento de la eficiencia, buscando cubrir las necesidades con los mínimos consumos.

Se propone crear un centro tecnológico avanzado capaz de generar conocimiento así como de ser "vivero" de empresas, vinculando la investigación de nivel avanzado con la replicabilidad práctica en el territorio. Es decir, que sea ejemplar en como él mismo llega a la autosuficiencia y la circularidad de los recursos, generando el conocimiento suficiente para que estas buenas prácticas se puedan extender. En este sentido, el espacio tendrá sistemas naturales y activos que sean pedagógicos por los visitantes. Las visitas se estimulan con actividades y también por las propias características del lugar, que se puede interpretar como una puerta en el territorio y como un fresco refugio climático en los calurosos veranos. En el corto plazo la fortaleza es un centro avanzado de estudios e investigación.